
Este domingo 13 de julio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles del 30% a productos provenientes de Canadá, México y la Unión Europea, medida que entrará en vigor el 1 de agosto. La decisión, tomada sin agotar las negociaciones diplomáticas, ha generado preocupación en los mercados internacionales y reacciones inmediatas por parte de los países afectados.
La Unión Europea convocó a un Consejo extraordinario de ministros de Comercio para este lunes, con el objetivo de evaluar posibles contramedidas frente a la decisión estadounidense. Mientras tanto, México y Canadá han expresado su rechazo a la medida, calificándola como una ruptura de los protocolos comerciales vigentes. Analistas advierten que esta escalada podría afectar el flujo de bienes esenciales y aumentar la inflación en varios países.
El anuncio se produce en un contexto de creciente proteccionismo por parte de Washington, que busca reducir el déficit comercial y presionar por cambios en las cadenas de suministro globales. Expertos señalan que esta nueva ronda de aranceles podría tener repercusiones en sectores clave como la automoción, la tecnología y la agricultura, intensificando las tensiones en la economía mundial.