
Tailandia impuso la ley marcial en zonas fronterizas tras enfrentamientos armados con Camboya que han dejado al menos 11 muertos y más de 130 mil personas evacuadas. El conflicto se desató por disputas territoriales en una zona rica en recursos naturales, y ha escalado con el uso de drones y bombas de racimo.
Ambos gobiernos se acusan mutuamente de iniciar los ataques. Camboya denunció el uso de armamento prohibido por parte de Tailandia, mientras que Bangkok sostiene que sus acciones fueron en defensa de su soberanía. La comunidad internacional, incluida la ONU, ha pedido una desescalada urgente y el inicio de negociaciones.
La tensión ha paralizado el comercio en la región y generado preocupación por una posible guerra abierta. Expertos señalan que este conflicto podría tener implicancias geopolíticas mayores, dado el interés de potencias como China y Estados Unidos en mantener estabilidad en el sudeste asiático.