Los cardenales se reúnen en la Capilla Sixtina para iniciar el proceso de votación que determinará al próximo líder de la Iglesia Católica.
El Vaticano ha dado inicio al cónclave este miércoles 7 de mayo, un evento crucial en el que 133 cardenales menores de 80 años se han reunido en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril. La jornada comenzó con la tradicional misa Pro Eligendo Pontifice en la Basílica de San Pedro, donde se hizo un llamado a la unidad de la Iglesia en este momento de transición.
El proceso de votación se llevará a cabo bajo estrictas normas de secreto y aislamiento. Se espera que los cardenales realicen hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. Para que un candidato sea elegido, deberá obtener una mayoría de dos tercios, es decir, 89 votos. La decisión será anunciada al mundo mediante la tradicional “fumata”: humo negro si no hay acuerdo y humo blanco cuando se elija al nuevo Papa4.
Entre los principales candidatos al papado se encuentran el cardenal italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano, y el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, Prefecto del Dicasterio para la Evangelización. También se menciona al cardenal alemán Reinhard Marx, conocido por su enfoque progresista en temas sociales. La elección del nuevo pontífice marcará el rumbo de la Iglesia en los próximos años.
El cónclave es un rito con siglos de historia, diseñado para acelerar la elección del Papa y evitar influencias externas. La palabra “cónclave” proviene del latín cum clave, que significa “bajo llave”, en referencia al aislamiento de los cardenales durante el proceso. Desde su institucionalización en el siglo XIII, ha sido el método oficial para la elección del líder de la Iglesia Católica.
Se espera que el proceso sea breve, posiblemente de dos a tres días, dada la necesidad de una guía clara para la Iglesia en tiempos de desafíos internos y externos. Una vez elegido el nuevo Papa, será presentado ante los fieles desde el balcón de la Basílica de San Pedro con la tradicional frase Habemus Papam, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la historia del Vaticano.
