
Machalí, Rancagua y Mostazal decretan duelo comunal mientras continúa la búsqueda de un trabajador desaparecido tras el colapso en la mina subterránea más grande del mundo.
La tragedia en la mina El Teniente, ocurrida el pasado jueves 31 de julio tras un sismo de magnitud 4.2, ha dejado al país consternado. El derrumbe en el sector Andesita del yacimiento provocó la muerte de cinco trabajadores, nueve heridos y mantiene a uno aún desaparecido. Las comunas de Machalí, Rancagua y Mostazal han decretado tres días de duelo comunal en homenaje a las víctimas, entre ellas Paulo Marín Tapia, Gonzalo Núñez Caroca, Álex Araya Acevedo, Carlos Arancibia Valenzuela y Jean Miranda Ibaceta.
Las labores de rescate continúan intensamente, con equipos especializados trabajando en el metro lineal 24 para dar con el paradero de Moisés Pavez Armijo, el único trabajador que aún no ha sido encontrado. La Fiscalía Regional de O’Higgins ha iniciado una investigación por cuasidelito de homicidio, mientras el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) evalúa posibles negligencias en la operación minera.
El impacto emocional ha trascendido el ámbito laboral. El club O’Higgins de Rancagua rindió homenaje a las víctimas en la previa de su partido contra Unión La Calera, colocando un casco minero simbólico en el camarín y realizando un minuto de silencio en el estadio Jorge Silva5. Este gesto se suma a múltiples expresiones de solidaridad por parte de autoridades, comunidades y organizaciones vinculadas al mundo minero.
La tragedia ha reabierto el debate sobre las condiciones de seguridad en faenas subterráneas y la responsabilidad de las empresas frente a eventos sísmicos inducidos por la actividad minera. Mientras se espera el resultado de las pericias de la PDI y del Servicio Médico Legal, Chile acompaña en el dolor a las familias afectadas y a la comunidad minera que hoy enfrenta una de sus jornadas más oscuras.