
Informe mensual que entrega la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, da cuenta de la situación hidrométrica de la región durante el mes de julio recién pasado, donde resalta el déficit de un 73% de nieve en la estación Volcán Chillán, así como en los caudales de los ríos de la región. El Seremi del MOP, Freddy Jelves, llamó a reforzar el uso eficiente del agua y trabajar en conjunto por una gestión hídrica sostenible.
En Chile, la entidad a cargo de medir la disponibilidad hídrica y evaluar la escasez de agua, es la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas, entidad que elabora mensualmente un balance hídrico, documento clave para analizar la situación del agua en el país. En la región de Ñuble, la DGA emitió el informe de julio, dando cuenta que un importante déficit este año.
A nivel regional, se registra un déficit promedio de precipitaciones del 24,6% al 31 de julio, además de una baja en la acumulación de nieve y caudales en los principales ríos. El Seremi de Obras Públicas de Ñuble, Freddy Jelves, detalló los datos entregados. “El déficit de nieve en el Volcán Chillán, que llega al 73% respecto del promedio histórico, es una señal clara del estrés hídrico que enfrenta la región. A esto se suma una caída preocupante en los caudales de nuestros ríos, con un promedio regional de 60,9% menos en julio respecto a años anteriores”, indicó.
La situación pluviométrica también presenta cifras dispares. En comunas como Chillán y Coihueco, los déficits alcanzan el 32,6% y 39,8% respectivamente, comparados con un año normal. La provincia de Punilla es la más afectada con un déficit promedio de 31,9%, seguida por Itata (22,9%) y Diguillín (21,8%).
Embalses bajo presión
El estado de los embalses refleja el impacto directo de la escasez de precipitaciones y nieve. Laguna Laja, reservorio compartido con la región del Biobío presenta un déficit de 14,7% respecto de su promedio histórico y apenas alcanza un 24,6% de su capacidad total. En tanto, el embalse Digua, compartido con la región del Maule, registra un 52,5% de llenado, mientras que el único embalse de la región, el Coihueco, muestra mejores cifras con un 73,9% de llenado.
“Estos niveles nos obligan a actuar con responsabilidad y visión de futuro. El agua es un recurso limitado y cada litro cuenta. Como MOP, estamos trabajando para reforzar la infraestructura hídrica, pero también es fundamental que todos –sector público, privado y ciudadanía– asumamos un compromiso en el uso eficiente del agua”, recalcó el Seremi Jelves.
Ríos en mínimos históricos
Los caudales de los principales ríos muestran un panorama similar. El Río Ñuble, por ejemplo, presenta un caudal medio de julio de 59,2 m³/s, frente a los 134,7 m³/s de su promedio histórico, lo que representa un déficit del 56%. El río Itata en Coelemu, en tanto, registra una disminución del 62,8% en su caudal.
“Estamos ante una situación que no se resolverá con una o dos lluvias. La variabilidad climática llegó para quedarse y nos exige cambios estructurales en la gestión del recurso hídrico”, añadió Freddy Jelves, quien enfatizó en la necesidad de adoptar medidas de fondo, donde los embalses jugarán un papel clave.